En esta página nos desnudamos para ti.
Bueno, desnudamos nuestra Alma que es mucho más íntimo que un cuerpo desnudo.
Te contamos quiénes somos Devta y Andrea y qué nos ha traído hasta aquí.
En estos tiempos extraños en los que vivimos, en los que parece que estamos más conectados que nunca a través de la tecnología, hay una verdadera pandemia que silenciosamente se está colando por las rendijas de nuestra sociedad: la soledad.
Aunque aparentemente lo tenemos todo al alcance de un clic, aunque parece que sólo nos separa una llamada de casi cualquier persona en este mundo, la realidad es que las personas nos sentimos más solas y más aisladas que nunca.
Y déjame decirte que el contacto humano, las relaciones personales, sentirnos vistos por los demás y útiles para los que nos rodean, son las verdaderas necesidades que, cómo seres humanos y animales que caminamos sobre esta Tierra, tenemos.
Nada, ni la inteligencia artificial, ni instagram, ni tik-tok, podrán nunca sustituir una conversación profunda mirando a los ojos de otro ser humano y que, quien sabe, quizás acabe en un abrazo en un momento en el que lo necesitamos.
Y de esta realidad, la necesidad de comunidades conscientes, y de la otra, la revolución tecnológica que tanto nos está separando de lo que de verdad importa, surge este pequeño y acogedor rinconcito en el barrio de Aguas Vivas en Guadalajara, España. (No México! Que estoy segura de que a ti también te pasa eso de que buscas algo en internet y te envía a la otra punta del mundo)
Andrea y Devta son dos yoguis de los que viven el yoga en su esencia, más allá de las posturas, de la dieta, de la meditación, su forma de vida integra esa unión con el infinito y buscan compartirla con aquellos que se atrevan.
Y este centro es el regalo que queremos hacernos al compartirlo con todos vosotros para crear una plataforma para crecer y compartir nuestra propia evolución, la de todos.
Devta es un Cetáceo de dos cuerpos varado en este mundo temporalmente. En realidad su voluntad de ayudar a los demás es algo que ha marcado su vida desde bien temprano, quizá por ser hermano mayor, quien sabe.
La cuestión es que está involucrado en la enseñanza en distintas variantes y especialidades, y en compartir y crear espacios y sistemas para mejorar la vida personal y colectiva.
Una de sus iniciativas es Akhara a Healing Place, con la finca Akhara y dos casas de alojamiento para hospedar cursos en la naturaleza.
Otra de ellas es participar en la nave nodriza que es el Centro Akhara en Guadalajara. Transportando a terapeutas y profesores, uniéndolos con tripulantes y visitantes que desean transformar su destino.
Devta nació en Valencia, pero el amor lo dejó varado primero en Madrid, Tembleque y ahora en Guadalajara, en Brihuega.
Y a mis ojos Andrea es una persona libre, libérrima, que en su libertad está comprometida con el yoga y con una visión decidida y rotunda de la trascendencia en la vida común y corriente, y como entrelazarlas sin más, práctica.
Y también soy Amrita Parvan, nombre espiritual que me dieron cuando me sumergí en la sabiduría del Kundalini Yoga.
Significa algo así como la vasija del néctar que está colmada del éxtasis divino.
Por lo visto mi misión es expandir ese néctar a mi alrededor, que no es poca cosa.
Siempre ha existido un impulso dentro de mí que me ha empujado a explorar mis propios límites y a jugar y experimentar con los diferentes estados de Consciencia del Ser.
La vida misma, depresiones, adicciones, viajes y todo tipo de experiencias han sido grandes maestras.
El Yoga y la ciencia espiritual de la Numerología son las principales referencias que sustentan mi vida y mi enseñanza. Practicante de Yoga desde 2010 formada en India, en España y bebiendo siempre de tradiciones Tantrikas. (Sistemas filosóficos no duales que integran y aceptan la totalidad como sagrada abarcando todos los aspectos de la Vida y del Ser)
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Venga!
Empecé con clases de yoga en mi primer embarazo porque me lo recomendaron.
AKHARA tiene profesores excelentes de yoga y además únicos en Guadalajara. Me gusta todo y, en particular que cada clase es diferente, como una aventura nueva llena de retos.
Siento mucha satisfacción personal tras terminar cada clase, siento que rejuvenezco. Es todo muy agradable, de 10.
Me encontraba en un momento personal muy difícil y necesitaba “recolocarme”, una amiga nos paso por Whatsap el contacto al grupo de amigas, ella ya conocía a la profe.
Andrea es fantástica, por su pasión por la práctica, todo lo que nos explica, el ambiente que ha creado en el Centro. A mi me ha cambiado la vida.
Tengo una energía vital espectacular y me ha hecho más consciente.
El yoga llegó a mi vida en un momento de crisis personal total. Necesitaba reconectarme conmigo misma después de una separación difícil. Una amiga me habló del Kundalini. Probé una clase con Amrita y click! Me enganché desde el minuto uno.
Después de un tiempo recibiendo clases online, con Jai Hari (maravillosa maestra también) echaba de menos la energía que se mueve en las clases presenciales.
Los beneficios son innumerables: mayor conexión conmigo misma, a un nivel mayor del que esperaba. Sentir de manera muy real y certera que somos mucho más que un cuerpo físico. Mejor concentración, menos ansiedad, afrontar los retos y problemas de forma más calmada y eficaz….mayor determinación, flexibilidad y fuerza… En definitiva mayor bienestar.
Encontré lo que iba buscando
El yoga para mi es una forma elaborada durante siglos de trabajar para conseguir un equilibrio a nivel físico, mental y espiritual. Algo muy importante cuando vives en un mundo caótico y poco respetuoso con el ser humano.
Andrea tiene una forma particular de enseñar yoga que sin duda viene definida por su propia experiencia. A mi particularmente me gusta.
Me gusta mucho el ambiente y la atmósfera del lugar, así como la calidad y calidez de las clases
Siempre me llamó la atención y quería probar, pero por una cosa u otra fue pasando el tiempo y nunca lo hacía.
Llegué al Centro Akhara porque seguí a mi profe Andrea, con la que me sentía muy a gusto en sus clases, y junto con mis compis se formó un grupo muy bonito.
Me gusta mucho el ambiente y la atmósfera del lugar, así como la calidad y calidez de las clases
Me siento motivada, es un momento que tengo para mí, lo necesita mi mente y mi cuerpo, desconecto de tantas cosas que tenemos en el día a día, y estirar todo mi cuerpo, relajarme, estar más ágil, es maravilloso todo lo que me aporta, me encanta.
Hace años me interesé por el yoga porque buscaba librarme de los dolores de espalda y encontrar algo de calma en el día a día
Elegí Akhara ya que ya conocía a la profesora, Andrea, y aunque había probado con otras personas, es con la que más disfruto de la práctica y cuando me enteré de que volvía a Guadalajara, no lo dudé
Me ayuda mucho a vivir el día a día más tranquila, me da bienestar y perspectiva para enfrentar los desafíos diarios